La Unidad de Terapia Intensiva del Hospital Provincial José Chaín Herrera, esta lista, pero no hay recurso humano para su atención a lo que se suma que dese la provincia se sacaron los respiradores de última generación.
Este tema es gravísimo, día a día, se pierden vidas, porque muchos pacientes graves no alcanzan a llegar a la ciudad capital, algunos mueren por el camino, otros no alcanzan a salir de Andalgalá.
El problema es que no hay médicos terapistas, no tenemos enfermeros especializados, lo que confluye en un gran inconveniente y atraso para el interior.
La infraestructura estaría lista, a eso se sumó equipamiento de última generación que donó Minera Alumbrera, como los respiradores cuyo valor oscila los sesenta mil pesos aproximadamente porque fueron importados pertenecientes a la marca Phillips, con una proyección en la duración de su vida útil de aproximadamente 10 años o más.
Además cuenta con camas especiales para terapia. Dichas donaciones habrían sido realizadas a los Hospitales de Andalgalá, Belén y Santa María. A falta de personal y profesionales, ante la emergencia sanitaria declarada en la provincia, nos sacaron los respiradores para instalarlos en el Hospital San Juan Bautista por la gripe A, los que están siendo utilizados en este momento por los pacientes que hoy se encuentran en terapia en dicho hospital. Desde el punto de vista solidario y en virtud de salvar una vida está bien, pero la deuda con Andalgalá y el oeste sigue siendo enorme.
El estado debe accionar de manera urgentísima para tratar de conseguir y arbitrar todos los medios para contar con médicos terapistas. Sabemos que los hay pocos y contados y los que están trabajan y mucho.. Actualmente el propio hospital San Juan Bautista tiene problemas para completar sus guardias.
En cuanto a los enfermeros del Hospital de Andalgalá, también están operando casi al margen de su capacidad, para formar enfermeros especializados en terapia.
Dicha capacitación la deben hacer en Catamarca. Ser instruidos en clases teóricas y realizar las prácticas en el Hospital San Juan Bautista, por lo que se requiere que para capacitarlos deban permanecer o radicarse en Catamarca durante algunos meses. Hoy el estado carece de fondos para poder hacer este aporte, no hay dinero para pagar un alquiler ni barato siquiera, es una complicación grave.
Aún así, se sigue construyendo un estadio de 70 millones en la capital, cuando para salvar vidas necesitamos un aporte, pero muchísimo menor. Y nos planteamos aquí otra pregunta, cuando nos van a devolver los respiradores, ahora tenemos la terapia incompleta cuando estuvo lista con elementos de óptima calidad, será que nos devolverán los mismos? O vamos a tener que seguir peregrinando por los pasillos de gobierno hasta que se nos devuelva lo que es nuestro.
Estamos indefensos. Para cerrar le contamos que de tres camas para terapia que donó Alumbrera, solo colocaron dos camas en cada departamento la restante la pusieron en Catamarca, que insistimos está bien desde el sentido solidario y humanitario, pero también es deber y obligación del estado, de hacerse cargo de buscar, perfeccionar, armar profesionales, para que el interior también comience a ser de primera y no de cuarta o quinta como es la historia hasta hoy.
Este tema es gravísimo, día a día, se pierden vidas, porque muchos pacientes graves no alcanzan a llegar a la ciudad capital, algunos mueren por el camino, otros no alcanzan a salir de Andalgalá.
El problema es que no hay médicos terapistas, no tenemos enfermeros especializados, lo que confluye en un gran inconveniente y atraso para el interior.
La infraestructura estaría lista, a eso se sumó equipamiento de última generación que donó Minera Alumbrera, como los respiradores cuyo valor oscila los sesenta mil pesos aproximadamente porque fueron importados pertenecientes a la marca Phillips, con una proyección en la duración de su vida útil de aproximadamente 10 años o más.
Además cuenta con camas especiales para terapia. Dichas donaciones habrían sido realizadas a los Hospitales de Andalgalá, Belén y Santa María. A falta de personal y profesionales, ante la emergencia sanitaria declarada en la provincia, nos sacaron los respiradores para instalarlos en el Hospital San Juan Bautista por la gripe A, los que están siendo utilizados en este momento por los pacientes que hoy se encuentran en terapia en dicho hospital. Desde el punto de vista solidario y en virtud de salvar una vida está bien, pero la deuda con Andalgalá y el oeste sigue siendo enorme.
El estado debe accionar de manera urgentísima para tratar de conseguir y arbitrar todos los medios para contar con médicos terapistas. Sabemos que los hay pocos y contados y los que están trabajan y mucho.. Actualmente el propio hospital San Juan Bautista tiene problemas para completar sus guardias.
En cuanto a los enfermeros del Hospital de Andalgalá, también están operando casi al margen de su capacidad, para formar enfermeros especializados en terapia.
Dicha capacitación la deben hacer en Catamarca. Ser instruidos en clases teóricas y realizar las prácticas en el Hospital San Juan Bautista, por lo que se requiere que para capacitarlos deban permanecer o radicarse en Catamarca durante algunos meses. Hoy el estado carece de fondos para poder hacer este aporte, no hay dinero para pagar un alquiler ni barato siquiera, es una complicación grave.
Aún así, se sigue construyendo un estadio de 70 millones en la capital, cuando para salvar vidas necesitamos un aporte, pero muchísimo menor. Y nos planteamos aquí otra pregunta, cuando nos van a devolver los respiradores, ahora tenemos la terapia incompleta cuando estuvo lista con elementos de óptima calidad, será que nos devolverán los mismos? O vamos a tener que seguir peregrinando por los pasillos de gobierno hasta que se nos devuelva lo que es nuestro.
Estamos indefensos. Para cerrar le contamos que de tres camas para terapia que donó Alumbrera, solo colocaron dos camas en cada departamento la restante la pusieron en Catamarca, que insistimos está bien desde el sentido solidario y humanitario, pero también es deber y obligación del estado, de hacerse cargo de buscar, perfeccionar, armar profesionales, para que el interior también comience a ser de primera y no de cuarta o quinta como es la historia hasta hoy.