Días pasados, un abuelo junto con su esposa enferma vivieron un momento desagradable en el Hospital de Andalgalá. La señora se sintió mal e inmediatamente se dirigieron al nosocomio local, en busca de atención. Lograron tomarle la presión y le colocaron una inyección. La médica que estaba de guardia, Norma Aguirre, le preguntó si tenían obra social, y los abuelos le contestaron que sí, entonces los derivó a la clínica privada de su hermano, el doctor Ciro Aguirre. Esta corresponsalía fue testigo de un hecho lamentable con la atención en el Hospital hacia los pacientes que acuden para ser atendidos y en particular con estos abuelos. La mujer no tenía medio de movilidad para trasladarse hasta la clínica y fue cuando su esposo nos pidió acercar a su cónyuge hasta la clínica. Al llegar al lugar, se encontraba la doctora Castro, quien informó a los abuelos que en el lugar no había camas. Inmediatamente, la médica se comunicó con la doctora Aguirre, quien se encontraba en el hospital, y le informó de la situación, y la doctora solicitó que la internaran. Más tarde, la abuela era internada en una cama de partos. Nos dirigimos hasta el hospital, y comenzamos a visitar las salas y comprobamos que había nueve camas que estaban desocupadas.
“Recibí otras quejas”
No se entiende por qué estos médicos atiendan de esta manera y juegan con la salud de la gente. Consultado el director del hospital, el doctor Mario Kuibida, sobre el tema, expresó que “tomaremos cartas en el asunto”, al tiempo que dijo: “Recibí otras quejas de médicos que hacen lo mismo cada vez que están de guardia”.
“Recibí otras quejas”
No se entiende por qué estos médicos atiendan de esta manera y juegan con la salud de la gente. Consultado el director del hospital, el doctor Mario Kuibida, sobre el tema, expresó que “tomaremos cartas en el asunto”, al tiempo que dijo: “Recibí otras quejas de médicos que hacen lo mismo cada vez que están de guardia”.