La Provincia: Caos, gritos y roces con la Policía en la protesta de los usurpadores

La gente chocó con la Policía con sus hijos en brazos. Hubo mujeres desmayadas y niños con crisis de nervios. Hasta tuvo que ir la Jueza de Menores. 
El clima preelectoral vivió ayer su jornada de mayor tensión cuando un grupo de familias del departamento Valle Viejo se enfrentó con la Policía, pidiendo por las viviendas que usurparon hace seis meses. Se trata de la gente que ocupó ilegalmente el barrio 115 Viviendas de Santa Rosa, que pretendían que el gobernador, Eduardo Brizuela del Moral, los atienda, cosa que no ocurrió.
Durante la protesta los manifestantes se enfrentaron cuerpo a cuerpo con la Policía, algunas mujeres se desmayaron y entre gritos, llantos y empujones, se puso en riesgo a un importante grupo de niños que participaron de la manifestación, quienes prácticamente eran usados como escudos por los adultos.
El conflicto comenzó a 9 cuadras de Casa de Gobierno, en la esquina de avenida Italia y Rojas, donde la Policía, al mejor estilo cinematográfico, cruzó un móvil en el camino del colectivo que llevaba a los manifestantes hacia el centro y no le permitió continuar.
En la esquina de Sarmiento y República, adonde llegaron caminando los manifestantes, interrumpieron el tránsito y fue allí donde comenzaron los roces más fuertes con los uniformados. Al frente agarrando una soga, iban todos los niños, atrás de ellos las madres con carteles, y entre ellas un grupo de hombres que con redoblantes y bombos, comandaban la protesta.
Frente a la Casa de Gobierno, formando un cordón humano, efectivos de la fuerza marcaron presencia en el veredón. Precisamente, el primer encontronazo entre policías y manifestantes se dio en ese lugar, cuando algunas de las madres pretendieron acercarse hasta las puertas cerradas de Casa de Gobierno, y los efectivos de la policía no se lo permitieron.
Luego, otro de los momentos más tensos de la mañana llegó cuando una de las madres tomó de las manos a tres niñas y pretendió pasar el cordón policial. Los uniformados se resistieron, la mujer chocó a los empellones a una de las mujeres policías, quien respondió con otro empujón y eso generó la reacción del resto de los manifestantes. Gritos y llantos de niños, padres que tomaban a sus chicos en brazos y chocaban cuerpo a cuerpo con la policía fue el corolario de un instante crítico en la protesta. El cordón policial no se movía, y respondía con la firmeza de los agentes que están preparados para este tipo de encuentros. A todo esto, los peatones pedían que se cuide a los menores, llevando la situación al extremo.
En una tensa calma y cerca del mediodía, los manifestantes se enteraron de que Brizuela del Moral estaría en el Salón Ezequiel Soria. Ante está información, pretendieron llegar hasta el Cine Teatro Catamarca, pero otra vez un cordón policial no les permitió el acceso. La policía se paró en la esquina de Rivadavia y San Martín, los manifestantes, entre corridas, trataron de evitar el obstáculo, pero llegó el apoyo de otra fuerza de choque, la Infantería, que con escudos en mano intentó hacerlos retroceder. Otra vez los padres fueron al frente con sus hijos en brazos, escupiendo a los policías, empujándolos, gritando, e incluso hubo algún golpe de puño.
Finalmente, cerca de las 13, cansados, con calor y sin respuestas, los piqueteros finalizaron la protesta sin haber logrado hablar con nadie.

22 Familias son las que reclaman que el Gobierno les otorgue las casas del Barrio de Santa Rosa que aún no se terminó. Entre ellos, hay 90 niños y 42 mayores aproximadamente.
Fuente El Ancasti