Lo jugarán 38 clubes a partir de la temporada 2012-13. La que se inicia ahora suspende los descensos de la máxima categoría. Y lanzan AFA-TV.
Cuando los dirigentes llegaron al predio de la AFA, antes del diluvio que sacudió a la Capital Federal y el Gran Buenos Aires, la mayoría tenía una postura crítica respecto a la reestructuración del fútbol argentino. Sin embargo, a la hora de levantar la voz, ninguno de los 26 que estaban habilitado a emitir su voto dijo “no”. Sólo cuatro de ellos, el vicepresidente de Racing, Pablo Podestá; el presidente de Newell’s, Guillermo Llorente; el titular de All Boys, Roberto Bugallo; y el vice de Vélez, Julio Baldomar, se abstuvieron de entregar su opinión. Los 22 restantes, le dieron vía libre a un proyecto que, desde el año próximo, fusionará la Primera División con la B Nacional, eliminará los descensos de la máxima categoría por una temporada y duplicará los ingresos de los clubes por derechos de TV. Julio Grondona tiene el guiño del Gobierno nacional para doblar el contrato de Fútbol Para Todos, que sería de 1.200.000.000 de pesos en lugar de los 600.000.000 acordados cuando la AFA rescindió el vínculo con el Grupo Clarín y Torneos y Competencias.
Los lineamientos generales tienen un parecido al Metro ‘76. El campeonato para la temporada 2012/2013 estará compuesto por 38 equipos, divididos en dos zonas. Pero no habrá “fechas libres” para nadie, sino que se jugarán “interzonales” y que serán únicamente clásicos. Serán en total 20 partidos para cada equipo. Los mejores cinco clasificados de cada zona, accederán a la “Zona Campeonato”, que tendrá el título en juego. A esa posibilidad también se clasificarán los mejores 9 de una tabla general. Los 19 equipos restantes jugarán en la “Zona Competencia” y tendrán como principal objetivo la permanencia. Quien quede en la cima de la Zona Campeonato tras disputar 18 fechas (esta vez sí quedaría libre) será el campeón y accederá a la Libertadores. Junto al campeón clasificarán a la Copa del 2° al 4° (y el campeón de la Copa Argentina).
Como toda novedad, aún es complicado de entender la modalidad que se plantea y, además, faltan las modificaciones que pueden aportar los clubes para la reunión del 18 de octubre. Ese día, no casualmente, la Asamblea también debe elegir al presidente de la AFA. Tal vez el mismo que ahora les ofrece a los clubes un contrato por 1.200 millones de pesos.