Legisladores provinciales de todo el arco político repudiaron la violencia desatada en Andalgalá el lunes pasado cuando grupos ambientalistas se enfrentaron con la polícia, con el saldo de edificios públicos y privados destruídos, detenidos y heridos.
Sin embargo, las declaraciones del senador de Belén, Ricardo Castellanos (FCyS) fueron las que sonaron más fuertes porque además de condenar la violencia, criticó a los ambientalistas asegurando que “tienen una postura intransigente”.
En ese sentido, el legislador belicho dijo que los opositores a la explotación de la mina Agua Rica, “no aceptan los estudios que plantean que la actividad minera no contamina”.
En este sentido, dijo que el Gobierno provincial realizó los estudios de impacto ambiental correspondientes, por lo cual planteó que “hay que creer en las instituciones. Si los estudios dicen que no contamina, no contamina”, agregó.
También dijo que el diputado Nacional, Pino Solanas, visitó la provincia con la intención de “provocar conflictos”.
Asimismo, el senador de Andalgalá, Mario Scaltritti lamentó lo sucedido, pero admitió que “todos los actores tenemos algún grado de responsabilidad para que se haya llegado a este punto”. El legislador atribuyó la efervescencia a la “particular” idiosincrasia de los andalgalenses que “necesitaban mayor información, y más concreta sobre la actividad minera y su impacto ambiental”.
Voces peronistas
De la vereda de enfrente, el diputado y presidente de la Comisión de Minería, Marcelo Rivera (PJ), realizó una evaluación de los acontecimientos ocurridos en la ciudad de Andalgalá y calificó los episodios del lunes como una “represión lamentable”.
Al respecto, Rivera acusó a las empresas mineras instaladas en la provincia de “saqueo con lobbies en todos los sectores del poder de la provincia. Esto repudiamos y vamos a trabajar para que esto se revierta”, apuntó.
Por otra parte, el diputado Fidel Sáenz (PJ) expresó su solidaridad con el pueblo de Andalgalá que “desde hace tiempo viene reclamando por un medio ambiente sano, para que las empresas mineras acaben con la explotación a cielo abierto con un gran consumo de agua y la muerte de la flora y fauna del lugar”.